nutridas sensaciones de estampas integrales al servicio de reveses cautos y del siempre bienvenido asombro
En esas noches, en ésas en donde tu lugar está vacío y donde sólo el aire transita recordándome…
1979, narrativa, poesía, Quetzaltenango
En esas noches, en ésas en donde tu lugar está vacío y donde sólo el aire transita recordándome…
sé que tú también le temes a la noche, que vas por el día viviendo mentiras, huyes a la oscuridad y no de ella…
y por delante, apariencias muy finas, muy normales, salutaciones al angelus matinal con las ojeras hinchadas de insomnio-de soledad…
Una prueba de sangre me delata primate; una muestra de esperma me delata mujer; esta lenta eutanasia
me delata dios.
Regresó la lluvia a mi cabeza, desterró a los grillos y a las polillas nuevamente…
Kilómetros y años, no pudieron cercenarle la matriz al mundo.
Quiero romper ganas, retar deseos, saber a sal. Regalarte otra nube, robarte los labios marcar tu espalda…
Sueños quebrados, mamados por la flaca esperanza del olvido que nombra a su sombra, conjurando los espacios para inventar arenas que lleguen a su cuerpo.
Traspasó las manos, las ramas deshojadas, cercano y distante, la risa oblicua escupía un universo tembladizo plagado de memorias…
Eva reflejada en el espejo es una serpiente en la cama que en las tardes de Domingo sueña con un Adán que calme su despedida.