la soledad y la espera son como una constelación que se derrite en las inmediaciones de los hornos consuetudinarios de los 'sigo aquí' y los 'nunca todavía'
Me quedaba despierta en medio de mi cama, grande. Sola, con un cielo aún oscuro donde no estaba la luna y el sol aún no llegaba.
1990, Guatemala Ciudad, narrativa, poesía, prosa