Te Prometo Anarquía

vital es la voz que no aminora sus decibelios: atávicas palabras y cánticos de zonas humanas definibles

luis eduardo pérez

[LUIXS GIROMP]

 

DOCE CANCIONES

 

Allí estaba yo,

en la taberna carente de vino

y rebosante de absurdos,

ordenando al mesonero

que no merecía un quinto

de mi mano y mi silencio…

 

Allí me encontraba yo,

en el rincón donde las putas

otorgan al mejor postor

el beneficio de la duda,

en el rincón donde me ocupaba

recoger la poca dignidad intacta,

que escondía para el día o la noche

de la batalla, su derrota anticipada.

 

Sin dios y sin espejos

solía tararear doce canciones

endemoniadas por la ira

isofactas e indecisas,

allí me encontraba yo,

silbando los recuerdos

a la luna que se acobardaba

ante la espuma sobria de mi cerveza.

 

La penumbra no importaba

pero sí el abanico temporal

del dolor que en mí yacía,

allí estaba yo, en esa misma esquina,

donde el Diablo y Simón jugaron a los dados

las vestiduras del señor, en el portal y vendaval

de esquirlas incendiadas por un beso,

el siempre preciso, el siempre eterno,

el que me sembró el destierro…

 

Maldigo incluso yo el día en que broté

de la tierra y de la cobardía ajena a mí,

maldigo y brindo por los errores de Su Majestad,

El Príncipe de la Inmundicia Perpetua,

que vaga arrastrando cadenas, siempre negras,

deshojándome el indicio de dos cabezas de perro,

dos de león y siete de muertos guerreros.

 

Allí me encontraba yo,

con el mundo pendiendo

de una cuerda floja,

como en el circo de la vida,

como en la injusticia cotidiana

de la avaricia.

 

Las velas iluminaban el sitio

donde Casandra no ocultaba

lo cansado de sus piernas

bajo aquella eslava minifalda…

 

Allí me encontraba yo,

maldiciendo a las putas

y al mesero… Y hoy he vuelto,

para descargar sobre ellos

una pena que me inunda…

 

 

TROCITOS DEL PARAÍSO

 

Me quiero negar

con toda la fuerza del alma,

a los diez trozos del paraíso

que cayeron en manos ajenas

y se fundó en ellas un infierno gratuito.

 

El primer trocito enfrentado quince años,

sin más amparo ni ley que rivales haciéndose daño,

hoy llegó a tus entrañas un presidente, un ministro,

un primer gobierno, y a qué hora caduca tu dolencia,

a qué hora el primero de los gobiernos te cambia…

 

El segundo trocito al norte de la frustración,

Kampala y la Resistencia del Señor te rompen el corazón,

cuándo llegará por fin la paz a tus esencias

y cuándo dejará tu gente de huir de sus casas,

me duelen veinte mil niños en el campo de batalla…

 

El tercer trocito un infierno para todo niño,

el índice de mortalidad es grande, es todo un sobreviviente

el niño que alcanza a llegar más allá de cinco años respirando,

tu héroe al final no se aparece, siempre hablando…

 

El cuarto trocito centro del narcotráfico, muertes y rehenes,

lugar de alto riesgo para la cotidiana vida, hombres y mujeres,

lucha entre carteles, secuestros y atentados, en qué parte del camino

hemos parado de sentir cordialmente amor por nuestro igual…

 

El quinto trocito besado dolorosamente por el mar,

una tarde de diciembre, siempre amainando el oriente,

y de ahí el más superpoblado y pobre persistente…

 

El sexto trocito un campo de batalla civil,

las riquezas en manos de pocos,

la violencia en el menú de todos…

 

El séptimo, octavo y noveno trocito un mal negocio tripartita,

tres de las ciudades más bellas del universo,

pero susceptibles a un nuevo ataque terrorista,

me duele la muerte de toda persona inocente.

 

El décimo trocito amansado por cabezas de azul,

cuando se vayan volverá a estallar la guerra

entre hermanos y personas

que nunca se vieron las caras…

 

Me sangran diez cicatrices

y no puedo hacer nada,

tan sólo una canción que cuente

cómo duele la sangre inocente

y la indiferencia del más grande ente… celeste…

 

NI CACO, NI GAZISTA

 

Vamos a hacer memoria todos juntos

y vamos a recordar dos fechas lejanas,

pero a la vez similares en sus entrañas,

las luchas divididas y la sangre derramada.

 

Vamos a recordar un quince de septiembre

y un veinte de octubre, ambos trascendentes,

soy un espía de la historia de mi gente,

de lo que llora, sangra y siente…

 

Recordando en todo instante,

que los buenos no siempre han sido totalmente buenos

y los malos no siempre han sido totalmente malos,

estoy harto del estropajo que nos dirige como zancos,

haciéndonos dar a voluntad el buen o mal paso.

 

Cuenta la historia que a través de los años

el pasado se ha encargado de dividir incluso a hermanos,

por ideologías que no vienen al caso, no a nuestro caso,

cuenta también la voz de sus habitantes

que toda guerra inicia por impertinencias de un par de idiotas,

a quienes les puede más la ambición que la cordura…

 

A la voz de no ser uno más de los robots

ingenuos y precipitados de la historia,

engañados por discursos y slogans,

a la voz de no ser igual que el resto

de supuestos revolucionarios sentados

y gritando a voces sordas, cansados

y adoctrinados por mamá, por papá,

por el cura o el maestro de la universidad…

 

Me declaro libre de partidismos ejemplares

que lograron su cometido en tiempos de errantes,

dividiendo a la patria en bandos, como si esto se tratase

de que la patria más dividida es la que gane…

 

Me declaro libre del verde y el naranja que actualmente

se disputan las rodillas y la ingenuidad de mi gente,

ni Caco, ni Gazista, ni sendero, ni amarillista,

ni penumbra, ni zaguán, ni a favor del optimista.

 

No soy ningún interdicto para que otro actúe por mí,

que sea mi mente la que sueñe y piense por mí,

que sea mi arte la que sangre hasta el fin

y mi corazón el que decida cuando deja de latir.

 

Comparto ideas de grandes pensadores,

conozco y admiro de mi gente su pensar, llorar y sentir,

mas no por ello voy a ser esclavo de ningún líder en poder,

yo no me trago las palabras enteras ni de Benedicto, ni de Álvaro,

ni de Miguel, ni de Andrés, de ningún Nobel de la Paz, ni de OTAN,

yo no soy esclavo pensante de lo que prediseñó Sánchez ni Alberto,

Hume y Berkeley yacen en paz, por qué me voy a molestar,

yo no soy viajero errante siguiendo los pasos que alguien más dejó,

amo a Guatemala y el camino se lo quiero trazar yo, acompañado

de todos aquellos a los que no nos domina un color, ni un fervor,

de todos aquellos que cuanto hacemos cada día mejor, con amor,

para una patria que arde en deseos por el cese al fuego y al dolor…

 

Me declaro libre de partidismos ejemplares

que lograron su cometido en tiempos de errantes,

dividiendo a la patria en bandos, como si esto se tratase

de que la patria más dividida es la que gane…

 

Me declaro libre del verde y el naranja que actualmente

se disputan las rodillas y la ingenuidad de mi gente,

ni Caco, ni Gazista, ni sendero, ni amarillista,

ni penumbra, ni zaguán, ni a favor, todo el tiempo, del optimista.

 

Que Lucrecio fue grande y un ejemplo,

pero ya no está y no por eso no hay que seguir creciendo,

no porque el Fénix de los ingenios dejó de hacer magia con sus versos,

se detuvo todo escrito entonces venidero, el poema de Guatemala y de América

no debe dejarse a medias sólo porque los que lo iniciaron ya partieron,

Julia Domma sin duda lloró la muerte de Séptimo Severo, mas no murió por ello,

me declaro libre de toda ideología política, filosófica o televisiva,

si me dirijo a un sitio para almorzar es porque quiero y no porque me lo ordenó

un payaso extraordinariamente extraño, de peluca y labios rojos,

Diógenes estará contento de que otros siguieran su ejemplo,

pero hubiere llorado si le hubiesen admirado y nadie le hubiere seguido,

y nadie hubiere revolucionado y contradicho lo que dejó prescrito…

 

Que viva la Revolución cuando el discriminador

deja de reiterar su estúpido vicio, impuesto por traumas,

por tonterías o incluso por la propia familia,

y entiende que todos somos iguales, que nadie está por encima de nadie,

y es por eso mismo que te envié este mensaje, para que creas en ti

y no te ofendas, ni te duelan mis palabras, para que sepas

que la verdadera lucha y revolución está en ti mismo,

en esa mañana en la que despiertas sintiendo que puedes cambiar el destino,

con tu profesión, con tus sueños y tu arte…

 

Me declaro libre del verde y el naranja que actualmente

se disputan las rodillas y la ingenuidad de mi gente,

ni Caco, ni Gazista, ni sendero, ni amarillista,

ni penumbra, ni zaguán, ni a favor a tiempo entero del optimista.

22 de diciembre de 2010
1989, Guatemala Ciudad, poesía

4 intervenciones en “vital es la voz que no aminora sus decibelios: atávicas palabras y cánticos de zonas humanas definibles”

  1. Luis dice:

    http://www.facebook.com/luixsroxeraingiromp

  2. Alejandra dice:

    Muy interesante, a pesar de que es poesía muy extensa es muy entretenido leerla, te felicito, sigue adelante!

  3. Karen dice:

    Realmente interesante, muy digno de mi admiración, cada palabra te lleva por un camino de conocimiento y reflexión, muchas gracias por ello!
    Te Felicito!!!

  4. Luis Eduardo dice:

    Ahora sígueme en: http://www.messieral.wordpress.com

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