siempre habrá luz en las esquinas, siempre habrá risas roncas, simpáticas miradas de sudor y trance, zopilotes y cometas… veníte
Imagen © Alejandro Marré
vestidas de negro nosotras
con nuestras falditas cortas
—esque el luto viene de adentro y no cesa—
terriblemente solas
acurrucadas en el espasmo previo al latido de dos cuerpos
cada corazón tartamudeando diferente
ante el miedo que corrompe nuestro sexapil
* * * * * *
nosotras las putas no tenemos madre
menos vacaciones
ya que nuestro sexo está partido en dos
en otras tantas partes
y nuestras boquitas son jamás besadas
somos mariposas de capullo abierto
nuestro culo es patrimonio del estado
nuestros labios el más frío metal
somos
entidad difusa sobre el ruido
cascabel de esperma con el vientre lleno
celebración del sueño
[desaparición]
* * * * * *
esperemos que la noche no se acabe tan pronto
para que así termine
de un tirón, de un solo tiro
esta preocupante falta de placer
nada de caricias
directo al hueso papi
que por fin se caigan todas estas ropas
—en mis gemidos gemiremos todas juntas
al fin seremos canto—
llenas de sudor
QUE NO QUEDE HUELLA, QUENOYQUENO
“está bien llorar siempre que lo finjas”
chuck palahniuk
[ i.
sobijeamos tantas veces el pellejo enorme que nos cuelga de las ganas, nos tocamos de recuerdo los rincones y hoy, entre tanta lluvia y calle, solamente triste estoy ]
[ ii.
chaparrón: trueno de luz y oleaje empapándome los días, recurrencia de palabras cual cuchillo que me pincha y desbarata las siluetas más lejanas de un cariño en shock ]
[ iii.
prometiste mío ser o no ser nada: de una u otra forma tu promesa se cumplió ]
[ iv.
recuerdas aquel temblor tan puro de un noviembre entre mis manos, el cascarón que se rompía día a día para darnos de comer, la cruel canción de cuna que los peluches cantaban, el vacío inmenso que nos quedaba siempre después del amor ]
[ v.
esta verdad que cargo tan hundida en el cuerpo costra es y me registra los pasados, por eso, sin temor a equivocarme o equivocada ya, me gasto los recursos que otras mentes inventaron para decirte que en nadie creo y que no me quedan ganas de creer ]
[ vi.
moqueando es como debe disfrutarse toda digna despedida, sino cuál es el chiste ]
[ vii.
prometí enseñarme a hablar bonito y no mentir, a convencerme que la vida es un
carril de doble vía, un carril oscuro pero carril al fin ]
[ viii.
eso: restregarse el corazón contra las piedras y mientras más duro mejor, gastar los ángulos y los cristales de caricias que se queman como estrellas y que rompen los
pedazos que aún cuelgan de ti ]
[ ix.
nos faltó un amanecer muy otro para comprender que el cielo no es el techo ése que pintamos con la luz, nos faltó enredarnos besos y sonrisas para despistar al sueño, nos faltó el abrazo, nos sobró el dolor ]
[ x.
nada más puedo en este mal-decirme, todo me rebota, me doy ]
* * * * * *
nos desempolvamos el cariño
caminamos con las manos dentro de un cuarto de hotel
sabanitas rosa
tres condones en la mesa
y pronto
volverá la soledad a devorar
lo poco que ha quedado
(del libro Algún día nos haremos luces, Editorial Cultura, Guatemala, 2010)
06 de julio de 20101986, catafixia, Guatemala Ciudad, poesía
07 de julio de 2010
Genial querido Luis!!! me encanta leerte!! un abrazo amigo!!
24 de julio de 2010
Me llegan Luis, en particular “Que no quede huella, quenoyqueno” curiosamente tiene un efecto contrario porque en efecto deja huella. Que gusto leerlo, nos seguimos chocando. Seguí adelante con todos los proyectos. ¡Abrazo!