[MARIO CONTRERAS]


 
 
V

Las palabras están aquí o allá,
listas para ser conjugadas por el poeta,
por el asceta,
		para hablarse a sí mismo,
por el acompañado,
		para hablarle a alguien más

Las palabras se encuentran
en cualquier lado,
	las simples
para quien quiera hablar claro
	y las opulentas
para quien quiera en algún momento engañar

Las palabras con las que se puede
decir todo en pocas,
o las que se contradicen para decir nada

De acuerdo, las palabras a veces
no existen cuando,
por un instante,
presionas MUTE en el televisor
y el silencio es todo lo que podemos hablar

IV

Ahora que boto el vaso con agua
que dejaste en mi habitación
quisiera pensar, y ojala que sí,
sea el último medio vacío que dejes por ahí

También espero que sea tu último
olvido involuntario
tu último acto fallido
que yo sea tu última felicidad frustrada

Entonces, amiga y amor mío,
espero que esa agua que acabo de botar
haya sido del último vaso medio vacío que dejas
por aquí o en cualquier lado,
porque el próximo sea medio lleno

III

Te escondo por momentos
en algún lugar
en donde quiero saber
que estás segura

Por ejemplo, a veces
te guardo en el bolsillo de la camisa,
pero en cuestión de segundos
me dueles en el corazón

A veces te guardo
en la parte interna de mi boina,
	para disimular un poco,
pero me suele pasar que me dueles
en el pensamiento y en el recuerdo

Y bajo el inminente dolor
he decidido nunca guardarte
en el bolsillo de mi pantalón

II

Ring Ring…

Merci,
las noches siguen siendo frías
las manos siguen abiertas y vacías
los cuentos, siguen siendo cuentos

Thanks but don´t worry
que el cielo seguro que mañana se despeja
que las llaves de mi habitación luego las encuentro
que siempre viene un bus después de éste

Gracias por preguntar
pero si llego tarde, no es por costumbre
es quizás que esta vez el reloj no se quiso adelantar
siempre tan catatónico y hoy decide despertar.

¿Que cómo estoy?
non molto bene,
sono stanco...

esperando que la selenofobia nos agarre confesados...

I

Creo que esa es la ventaja
de ser un ignorante en un país lleno de intelectuales
cuando todos, absolutamente todos
	saben lo que deberías de hacer,
con esa sabiduría cargada de prejuicios,
	de rencores,
		resentimientos,
			recelos,
inconsciencia,
tabúes,
		rigor de tótem,
			patriotismo del plástico y del otro,
				cinismo del vano y del otro,
	frustraciones,
		paranoias y
			miedos;

Cometes la mejor acción,
la estupidez que te llena de orgullo
y obliga al otro a ser otro de vos
por no ser estúpido.

Creo que esa es la ventaja de ser ignorante
en un país lleno de intelectuales,
que la estupidez salva el día,
todos los días.



« del uni-verso a la canción constante de los días repetidos, el no-éxodo y el devenir de los blancos disparos

 luzazos intermitentes, calles eméticas, sed bajo una lluvia emocional de abrazos jamás dados y miradas hacia dentro »



12 de marzo de 2009
1983, Antigua Guatemala, poesía