atended a la holgura de la accidental certeza, al crepuscular sentido que asalta tardes de disfraces mustios, paradojas silenciosas e inquietantes
[MARTA FUEMBUENA LOSCERTALES]
LA FUNDICIÓN FINAL
Pisaremos el eje de rotación de la tierra,
el Polo Torpe,
cuando las veletas dejen de agitarnos.
Marcharemos hacia el frío
y la blancura de tu asombro
verá dientes frigoríficos,
escaparán sonidos escarchados
que no podrás percibir.
A cientos de años sombra,
fue difícil confiar en el calentamiento carnal.
Será, tu estatua de sal,
la última superviviente.
MOVIMIENTO PARA ACABAR CON EL VACÍO
La obra del tiempo se construye
agitando las piernas por debajo de una mesa.
VACÍO TRANSITABLE
Hubo un lugar donde no había nada,
se bailaba en escalera,
los peldaños caían.
Siempre hay esperanza
cuando no se espera,
y viene en su nombre
una alforja mendiga.
Mientras tanto,
nos estiramos,
somos cuellos de jirafa,
mal disecados.
SUMA
Espero que me desnudes el insomnio
y me estires en tu piel,
ave rapaz cayendo en picado,
mutilado sin muletas,
que recojas las flores usadas
en la espina del cordero.
Siempre fuimos,
sin llegar a ser,
el ojo que nos dejó ciegos.
***Textos de La excusa de los días (Comuniter, 2009 / Alas de Barrilete, 2014)
LA SUERTE DEL PELIGRO
Aprender a ir hasta allá dentro
negro de la risa dormida
última estancia de reencarnación posible.
Recorrer la mecha expectante
cuando todavía se oigan voces
dejarse amamantar por la fiera
y no evitar desangrarse.
Aprender a ir hasta allá dentro
al interior de las paredes sin nombre
cuando de otros sean los gritos
que nos paralizan.
PESCADO DE PECERA
Hemos vuelto a comer antes de tiempo:
el pescado estaba listo en un puesto
abierto al mundo.
Nosotros
quitándole la piel
nos alimentamos.
Somos casi pez
pescado de pecera
flotando gravemente.
***Textos de Del peligro de suerte (Quadrivium, 2012)
BLANCO SOBRE BLANCO
Alguien ha dado con el hombre que se extiende
como jardín abierto al mar.
Alguien se acordó del pan que le recorre el cuerpo,
sus venas mudas,
en pedacitos húmedos
para olvidarse después.
Ese alguien llamado a ser costumbre
se ha enterrado en su abundancia.
¿Sabremos devolverle el minuto que alimenta?
Ha desordenado el despacho de su mente corredora,
fondo aplastado,
largo y tendido,
que sólo en su casa se siente habitado,
como ocurría en las noches del vaho sin digerir,
inaugurando un burdel de escamas acolchadas,
cerrajas crujiendo como dedos colgantes.
Más tarde,
con el sonido de un puño que se cierra,
agita la veleta domesticada,
mosca adormecida cayendo torpe, remota
en su carro de aire desvanecido.
Y entiende
que cuando subió por primera vez a casa,
esquimal fundido en blanco,
unos ojos congelados le esperaban
en la puerta.
EL RELOJ DE KIPPLING O UNA POSIBLE TRADUCCIÓN DEL PROBLEMA EN POEMA
He creído ver un pájaro estrellándose.
Parecía aliviado.
***Textos de Iniciación de los muros (inédito)
MARTA FUEMBUENA LOSCERTALES. (Zaragoza, España, 1985). Colabora en diversas revistas, periódicos, exposiciones y colectivos de artistas. Ha publicado los poemarios La excusa de los días (Ed. Comuniter, 2009) y Del peligro de suerte (Ed. Quadrivium, 2012), así como el libro Turrones para Sender (Tropo Editores, 2011). Su libro La excusa de los días acaba de ser reeditado por la editorial guatemalteca Alas de Barrilete. Ha sido incluida en el libro Yin, antología de poetas aragonesas (1960-2010), publicado por Olifante.
03 de abril de 2014
1985, autor invitado, España, poesía, Zaragoza