Te Prometo Anarquía

fíjate cómo ascienden burbujas incandescentes buscando aparearse con el aire que susurra letanías para decorar el vacío de la vida

maría castrejón

 

[MARÍA CASTREJÓN]

 

 

* * * * * *

 

No me sale del coño

escribir

me sale de los orificios de mis orejas

del recuerdo de unos

pendientes

de un hilo

dental

del hueco de tu muela

No me sale del coño

me sale de la vista cansada de pagar a Autónomos,

ni siquiera mi hijo

me salió del coño,

me sale de las cicatrices de las bicicletas

de los ojos frescos de los pescados

de las lenguas de los corderos

del coño de los otros

de la ausencia del frasco

de las pequeñas esencias

del olor a sudor en los colegios

No me sale del coño

escribir

me sale de los cobardes

que se comen a los muertos

y a los enfermos

que los arropan mientras hablan por teléfono

de las bragas talla –s

Nada me sale del coño

ni me entra

no tengo coño

Me sangra la mano

cuando escribo:

“¡No me sale del coño

escribir!”

No me sale pedir la vez

meto los pies

sin permiso

en el vaso de agua

me ahogo en el supermecado

y en los tenedores

me sale moho en la cortina

se me cae el alcohol de la cerveza

¡No me sale!

¡No me sale!

¡No me entra

en la cabeza!

No me sale del coño

escribir

me sale de los máster del universo

editorial

económico,

ni siquiera mi hijo me salió del coño

No tengo coño

¡no me sale del coño tener coño!

No me sale del coño

escribir

me sale del agujero del mundo

 

 

* * * * * *

 

Hablar es sin muebles.

Su madre entendió la palabra hablar.

Su madre entendió la palabra muebles.

Le cogió de la mano

y no volvieron a decir nada

en todo el camino.

 

 

DEMÉTER

 

Me duele tanto útero

cuando araño la tierra.

Soy la madre de la comida congelada

y de los olivos que acampan a las orillas del mar

junto a los cuerpos desgastados

de los niños alcohólicos

Después de buscarte en el infierno

supe

que me rescataba la boca

que llenaba la bolsa de la compra

con alimentos saturados de grasas saturadas

con los que ver la tele

hija mía, me duele tanto útero

porque me escribieron

me pintaron

me esculpieron

madre

arrastro mis zapatos planos por la sección de bisutería

y nacen flores

parece hermoso

y es triste

cada vez que camino

injerto células en los poros del

aire

los restos de mi piel son untados en los senos

de una mujer que llora los años que ya no tiene

y que se retuercen en las piernas

cada vez más largas

de sus

retoños

no deseo el abrazo de un hombre

no deseo un abrazo

espero la primavera que cada vez es más invierno

en mi cabello y en el contorno

de tus ojos

hija mía

ahora estás tú pagando mi rescate

con bonos de masaje en un spa

sé que temes que me deprima y asole el clima mediterráneo,

pero no es culpa tuya que me violara un toro,

o lo que fuera tu padre cuando no era agua corriente.

Sé que tú también tienes una úlcera en el útero

y eso no es grave

pero es

vuelve a tu casa a recoger el libro que se le calló a tu marido en el suelo

o construye una casa al lado del mar

o alquila un cuarto por horas,

pero cierra la nevera,

que ya hace mucho frío.

 

 

***Textos de Volveré mucho más tarde de las doce, Egales, 2011

 

 

* * * * * *

 

Se me estropearon los huesos
de las manos. Tanta agua
y el esfuerzo interminable de adivinar
si tú también tienes vísceras.

 

*** De Cuervos vienen, carne huelen, autoedición, 2013

 

NIÑA Nº 11

 

Soy la niña que ya no te ama

No recuerdo exactamente el segundo

en que dejaron de interesarme

las imperfecciones de tu piel

Un día a tu lado en la cama

escuché abrirse el cajón de una cocina

fue como el trueno que inicia una tormenta

y tus susurros se me hicieron ridículos

tu placer se arrancó de mis hombros

 

Soy la niña, sí, la misma niña que te amaba en los colchones hinchables

pero ya no te amo nada,

ni cuando paso la aspiradora

ni cuando miro los dibujos de las puertas

Tengo la sangre fría de calentar el té

sin pensar en las huellas del pasillo

Me importa una mierda que se partan

los mangos grises de los cubiertos

 

Soy la niña que ya no te ama

Me da vergüenza imaginar cuánto me quieres por la calle

cómo me recuerdas follándote y te excitas

cómo lloras al limpiar la mancha de cerveza en la mesilla

No te amo nada desde que aquella tormenta

me sobresaltó en la casa

Tantas cosas escuché, la lluvia

tus gemidos tan ridículos y solos

pensé en la factura del teléfono móvil

y tú eras tan absurda gozando junto a la niña

que dejaba de amarte

tan ingenua sin leer la hora en el techo

 

Tenías prisa y te marchaste pensando en volver

mañana ya no entrarás en el portal

el cochecito de bebé sigue aparcado

los muebles de los vecinos de arriba se mueven

sin descanso todo funciona el agua escasa

Y yo soy la niña que ya no te quiere

Ha sido tan sencillo dejar de amarte

Un acto inconsciente como quien cierra

el cajón de la cocina y hace un ruido

de tormenta

 

 

*** De Niñas (en prensa)

 

 

MARÍA CASTREJÓN. (Madrid, España, 1974). Filóloga hispánica. Reflexiona sobre el género desde diferentes disciplinas: poesía, ensayo, guión y arte. En 2008 publicó la primera guía de narrativa lésbica española Que me estoy muriendo de agua (Egales); en 2011 el poemario Volveré mucho más tarde de las doce (Egales), premio Desayuno en Urano y finalista del Premio Internacional de Poesía de Torrevieja 2011; en 2012, el libro de artista Cuervos vienen, carne huelen (un fragmento impreso en una servilleta fue galardonado con el II Premio de Poesía Experimental Francisco Pino; pendiente publicación, el poemario Niñas. Actualmente escribe el guión de la novela gráfica Annemarie Schwarzenbach (Norma), el poemario Meg Ryan es snuff y su tesis doctoral Transtextualidades en el ámbito postporno barcelonés (UB). Últimas obras y performances: Un café por un sueño, Te vas a comer mis palabras y Envuelve tu carne en una obra de arte.

 

 

08 de enero de 2014
1974, autor invitado, España, Madrid, poesía

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