embriagado por el frescor circulatorio de las pirámides humanas, Mandelbrot se despereza trazando el paisaje pectoral, el macroscopio de un señuelo que quizás ya fue, pero que no ha sido
CALLE EN DEGRADÉ
Veo espectros nuevos esta noche,
delirando en una calle oscura y palpitante,
inundada de hijos e hijas del sol y la tierra roja.
Y en trance, los fantasmas babean y cantan
angelicales maldiciones de amores rotos.
Esta noche ha fundado nuevos malnacidos.
PÉNDULO CROMÁTICO
Los cuervos se han marchado,
los búhos han cerrado su concierto.
El frío se fue y dejó la nieve.
Dije Sakerti en voz alta.
El cielo color de infierno pernoctaba.
Mencioné algo, llamando al pasado,
con voz gutural
y no supe qué decir ante tal abstracción.
Objeté con un aullido en forma de sonrisa.
Explotó el día.
El amanecer vino para quedarse.
Empezó el futuro.
UNA CUESTIÓN ERUDITA
Tu silencio es una isla no cartografiada.
Sé que venimos de geografías de tiempos fragmentados.
En trozos de lenguaje intuitivo y múltiple.
He notado que tu mirada es una ciencia poética
aún no descrita en mi abecedario de saberes;
una ciencia que constituye la poética de la vida misma;
una desambiguación para llegar a un verbo estático,
sin acción, que nos dé espacio al solo vernos
y comunicarnos bien.
Náufrago de tus manos suaves,
comprendo que una caricia es una eternidad muy corta.
Tu silencio sigue siendo otro país,
otra patria fragmentada,
una identidad aún por construirse.
Creo que estoy de acuerdo
en que la patria es la niñez,
la cual es memoria.
Sí, creo que somos, como dice el Gabo,
de donde pensamos que están nuestros muertos.
Creo sentir que la patria
es ahora esta eternidad minúscula,
de comprensión ininteligible.
Es todo un poema sin sentido,
comprensible solo en lo más profundo
de alguna conexión sensorial.
Me haces una caricia y me vuelto tu espejo.
Me miras, y soy tú.
Bésame, verás cómo entiendes cuánto amor hay aquí,
en la realidad paralela
que nos hizo sentir que nos conocemos.
¿Y si la patria es la memoria,
entonces por qué no nos conocemos de antes?
¿Es acaso Platón un farsante más?
¿Es cierto que recordamos todos juntos, tú y yo juntos?
Tratemos de inventar un recuerdo,
en donde venimos del mismo terreno patrio,
y no de una isla habitada de silencio y cero absoluto.
Volvámonos compatriotas,
creemos una identidad magnética,
que sea nuestro campo de acción cuántica.
Evaluemos la posibilidad de crear una física,
una matemática, una revolución social
que nos conduzca al terreno de las sábanas,
para negociar la paz.
Hagámos el amor en esta isla
y construyamos una patria para tú y yo.
Digamos que nuestra infancia está aquí,
que nuestros fallecidos
han caído en una guerra heroica aquí también,
y que nuestra identidad nacional
es una mordida en la boca.
Hagamos una historia universal,
creemos un universo,
con sus planetas y sus galaxias,
a las que podamos viajar pensando en el futuro.
Simplemente empecemos a creer
que nos entendemos por completo.
MULTIVISUAL
Me redibujo en los brazos de un amor.
Despierto de un sueño eterno,
a una realidad que aún me es hermética.
Aquí, en estos brazos suaves,
sé que ya nunca moriré,
pues se instala en mí, por ósmosis,
otro corazón: un órgano encantado,
lleno de vida eterna y magia sin tiempo.
Mi existencia es un círculo perfecto,
casi tan sensual como la forma de una elipse.
Me traslado de una eternidad a otra,
cual entidad fractal constante e infinita.
Nazco para no morir.
Seguramente ayer morí para nacer hoy,
aunque no garantizo el pasado.
Suelo pensar que una partícula de mí
aún pulula del otro lado del espejo de mis ojos,
viédome y viéndole.
Sonreímos de nuestra experiencia,
que aunque partida múltiples veces,
es unitaria cuando sonreímos.
Mis varios yo vivimos dispersos,
pero a mi conciencia primaria,
a la de ahora mismo,
le ha tocado esta escena hermosa.
Estoy aquí entonces,
repuesto en los brazos
de un ser que atormenta mi biología
aún en adaptación,
y no sé qué pensar de este sentimiento extraño.
Este ser me tiene atrapado entre el amor puro,
y lo primario de mi hambre erótica.
No sé si es una madre o una amante.
Me pregunto si el sistema moral
de este espacio-tiempo,
en el que acabo de aterrizar,
acepta mis consideraciones, mis necesidades.
Aún no clarifico si he entrado a una tribu,
para la cual soy un nodo más
o soy un centro de poder.
Mientras me adapto,
me despierto de un sueño eterno
y me redibujo en los brazos de un amor
que instala en mí su corazón,
haciéndome atemporal.
CONDENA INFINITA
Estoy condenado a existir.
De mí se desprenden segmentos de ego
que hacen imposible mi ausencia.
El tiempo se derrite frente a mí.
Lo veo desde la ventana azulada,
por el reflejo paralelo de otra realidad
a todo vapor.
Tanta es la necedad de estar,
que me veo multiplicado,
pensando en que soy una dualidad cuántica.
Una paradoja con patas,
un ser contrainuitivo,
un bailador de fin de semana,
un crucificador de besos,
una catársis de sonrisas,
una parábola bucal
en el mundo de las bocas horizontales.
Si sonrío es por pura necesidad de revolución.
Por las malditas ganas de ser y existir.
Por la oportunidad de coincidir con ciertas formas,
con determinados ritmos que me dan certeza que vivo.
Ya no pertenezco al trópico.
Ahora soy un reflejo azul dentro del universo
de la otra persona que me ve desde su realidad
y que escribe este poema en reversa.
La verdad es que aquí hago una copia de su texto.
Este poema es un plagio paralelo de un mundo
que nunca vendrá aquí a demandar autoría.
Este universo también está en expansión acelerada.
Es tanta la necesidad de decir algo,
que opté por usar algunas palabras,
aunque soy conciente que nada de esto,
en tanto que palabra, es comprensible.
Los códigos geométricos
en la biología de este poema
son arbitrarios y expansivos.
No hay nada de autómata determinado
en el hecho de lanzar una sonrisa.
Lo determinado sería no hacerlo.
El mundo empieza a voltearse
y a auto-tragarse.
De ahí he concluido
que me estoy soñando permanentemente.
Que hay una alta posibilidad
de que mi pensamiento
esté procesando un fractal infinito,
en donde la escena, la misma escena,
se está repitiendo.
Es quizá ese mi proyecto principal de existencia:
hacer una revolución
dentro otra revolución
dentro de otra revolución,
a través de las formas,
de la geometría fractal
y la sensualidad de las líneas curvas.
DECLARATORIA BAJO CERO
Renuncio a no mirarte a los ojos.
Renuncio a no decirte te amo.
Renuncio al olvido de tu imagen.
Y sobre todo, renuncio al silencio helado.
***Inéditos
07 de julio de 2018
1980, Copenhague, Dinamarca, Guatemala, Guatemala Ciudad, poesía