helo ahí, el horizonte de sombras que huyen como cuerpos exiliados mientras los ojos se plantean una escisión falaz, la descripción del tiempo detenido, el candor y la salida
[ALEJANDRA SOLÓRZANO]
EVELYN McHALE
Derribé mi cuerpo
mi rostro
perfectamente maquillado
desde el Empire State
junto a las fotos de familia
que guardé
en mi cartera de sobre
antes de partir
Una perla
cada palabra
alrededor de mi escote
guardaba para vos su ecuación
En mis piernas
queda la caligrafía de tus cartas
un sello
que mi peso y la gravedad
desprenden de la piel
a medida que se desploma
sorda y violenta
la lluvia
La vida es eso amor
Una caída
Aferrarme al collar de perlas
con una mano
y sostenerme de él
con la ciudad a los pies
antes del salto
La vida es eso amor
Una caída
La dedicatoria detrás de las fotografías
una inscripción que te salve
desde el piso 86
de lo que alguna vez seremos.
POLE DANCE
I
Soy la manzana y el gusano de Wheeler
el agujero, la línea recta,
carne de espacio-tiempo
Tuerzo su extensión de plata
Dibujo a través de su cuerpo
ángulos suspendidos con mis piernas,
estrellas fijas que guardan posibilidades teóricas
para cuerpos que hacen el amor sin tocarse
Franqueada de dolor
Me aferro a su única garganta
suspendida en suaves elípticas me muevo
recito a ojos cerrados
nuevas fórmulas para llorar.
II
Soy un cuerpo de polvo,
pequeñas rocas y hielo
al que me ataron tus ojos
este recuerdo que soy y se desintegra
a medida que el tiempo huye
La manzana y el gusano de Wheeler.
No importa la precisión con que gire alrededor de su cuello.
(Los sueños aspas que se rompen)
La redoma atada a mi cabello
tu mirada,
la palabra que te dije a mitad de la noche
me devora junto al tiempo.
* * * * * *
a Rosi
Que pueda el camino subir a alcanzarte.
Que pueda el viento soplar siempre a tu espalda.
Que pueda el sol brillar cálidamente sobre tu rostro
y las lluvias caer con dulzura sobre tus campos,
y hasta que volvamos a encontrarnos
que Dios te sostenga en la palma de su mano.
(oración irlandesa)
Dame
tus piernas blancas
asaltadas un mes de julio
por miles y diminutos copos azules
Quiero tus piernas
ser en esa extraña fotografía
la hermosa chica de falda blanca
sentada junto a un hombre guapo en el parque de Sololá.
Tus piernas —que descubrí con mi adolescencia y el retorno— desobedientes.
Huiré con ellas sin poder controlarlas,
rígidas, torpes y colmadas de dolor
hermosas piernas azules
correré como pueda, sin dirección
sin orden alguno
como suele ser la belleza del sueño.
IMPRESIONES
Esta tarde llueve violenta
y la luna está agresiva.
No existe esa simpatía entre naturaleza y
nosotras
de la que Hume habló.
Solo su boca se mueve
en mi memoria,
el sueño detenido a las cinco de la mañana
como una película muda
y sin subtítulos donde lo veo contar el final
de esta historia.
Te llamo para advertirte sobre estas horas
para decir que en una esquina de la cama
la luna nos acecha a mi gata y a mí
Te hablo para que no se disipe tu mirada
Y rezo:
Las impresiones son el primer contacto
Las impresiones son el primer contacto
Razón,
desbocada y sorda
resaltó desde la esquina de la cama
el color, la realidad de la colina.
La tormenta en esta esquina
es tan solo una sensación
Una pequeña pieza del enigma
Habría apostado mis manos
a que la tarde, madrugada o noche
eras vos.
TATUAJES
Decir I Love you 100pre con marcador indeleble
en el respaldo del asiento de un autobús o de nuestra memoria,
con la autoridad y las faltas de ortografía
de los 13 años, es la síntesis de la sensibilidad a priori del tiempo.
La Verdad cualquier adolescente la sabe
porque es ahí donde el dolor debuta
y no hace falta entenderlo.
ANATOMÍA DE LA MUSA DEL OLVIDO
Bailar entre tu amnesia
es humedecerse los pies en la mezcla perfecta de licor,
la voz herida de Ray Tico
los dardos sonoros de los cláxones
que atraviesan cuerpo y madrugada.
El hormigueo en los labios
que deja la palabra interrumpida, el corazón
—erizo melancólico—
que destila espuma a las 2 a.m. sobre el filo más triste de la barra.
Permite que sujete mis párpados,
que la mano respire,
que despierte sus dedos.
No busco a Dios.
Intento rumorar versos o tu número telefónico.
La soledad que alumbra este sacrificio es color ámbar
como el olvido.
Desvelo
Gota blanca,
un tajo que cae sobre la voz
me desdibuja el gesto sobre el papel
y la mano tiritando en delirio.
Sobreviví a tus ojos y continué bailando.
***De Detener la historia (Ediciones Espiral, Costa Rica, 2015)
04 de febrero de 20171980, Costa Rica, Guatemala, Guatemala Ciudad, Heredia, poesía