Te Prometo Anarquía

oficiad, pues, nebulosas alimañas, el peregrinaje en el que se gesta el fervor de la soledad y sed, ante todo, apostólicos guardianes de las subversivas noches

valeriano fauve

 

[VALERIANO FAUVE]

 

 

UNA ISLA SIN NOMBRE

 

Los rayos de sol desaparecen

Inmediatamente la fría sombra se adueña de ella

La plaza, el chorro frío es decadente, sucio, caliente

El perro marmota en un tiempo quieto

Aguas sucias donde bañan almas de la noche

Estamos encerrados, creyendo que la libertad es el muro que da la espalda al cuervo

El presente pasa como el aire por lo alto de nuestras cabezas

No existe refugio donde cobijar a nuestros pájaros

Ella está presente en cada momento

Las alas nos resguardan del daño que nos hace

Mi bandera espanta presentes de futuro incierto

Aquí me hallo, en una isla sin nombre.

 

 

* * * * * *

 

Los pedestales abundan como falos en los jardines del amor

Donde mean perros a sus pies

Cagan hermosas palomas de la paz

Beben jóvenes hasta el amanecer

 

 

TURBULENCIAS

 

El trueno posa sobre cabezas

El dolor se sumerge dentro del sistema

El silencio hace más ruido que una guerra

Tintinean dientes entre labios agrietados

Las lágrimas no sienten dolor, se ahogaron en ellas mismas

No hay cruces para tanto muerto

Ni redoblan campanas para un cementerio árido

El pan se busca dentro de cubos, las ratas viven de lujo

El sol, el viento, quema más que antes

Dunas de arena en calvas, de hombres vacíos

La sal se une al aire

Boca seca de dolor

Los montes son desiertos

Los pájaros no cantan

Valle desalentador

Ríos secos

El rayo cae sobre el tejado de un desesperado

La muerte se frota las manos

Con la guadaña afilada anda

El rocío en cascada en un amanecer gris

Turbulencias bajo el arco iris

Una mueca

Un sollozo

Un alarido en el silencio

Una mirada triste

Corazones a mil

Una careta carnavalesca

Hoy no es el mejor día…

 

 

* * * * * *

 

Mi destino, no es destino

Mi bala, un 9 Makarov apuntando hacia mí

Sin acertar en mi propia diana, tal vez por cobardía

Error tras error, regresando de nuevo al punto de partida

Allí desde el maldito suelo frío, como losa del silencio

El pajarillo baja donándome sus alas

Con afán de volar, sentir la libertad que la tierra me robo un día

Todo para un efímero mañana

Corazón emigrante, color incierto

Dentro de mi testuz, engendrar pensamientos en un oscuro lugar y encontrar la luz

Partiré a un viaje sin billete de vuelta

 

 

CRESCENDO AMANECER

 

Se posan hojas de otoño sobre mis hombros.

Au tiempo ya caducó.

Ando cabizbajo mirando el suelo.

Alzo la mirada al cielo gris plomizo.

Manto de hojas cubriendo pies de árboles protegidos por el musgo húmedo.

Crescendo amanecer.

El ángel caído refleja su sombra alargándose hasta mis pies.

El viento levanta hojas otoñales adentrándose al recipiente de agua helada.

 

 

* * * * * *

 

Cuando desaparezca

Empezará mi baile.

 

 

* * * * * *

 

Si levantarte todos los días es una batalla ganada

Si respirar es una suerte echada

Si la vida es un canto triste

He visto y dejado muchos muertos en el camino

Oído voces que me acompañaron en este viaje

Caretas acartonadas por el paso del tiempo, que no reflejan nada

He sumado días

Y

He restado tiempo ridículo a esto que se le llama vida

Días de frío

Días llenos

Otros vacíos

La cabeza está seca

Sin plan A

Sin plan B

Salir de otro ser que estaba atrapado, para terminar atrapado en otro aún más absurdo

Creyendo que venías a la luz

Y

Siendo más oscuro

Tan solo, te acompaña la soledad

Ella no sufre, tan solo te acompaña

Se acaba el tiempo

Y al final, ves un resplandor brillante.

 

 

VALERIANO FAUVE. (Córdoba, España, 1960). Escritor y pintor. A los cinco años sus padres viajan a Barcelona y allí trascurre gran parte de su vida. Desde niño siempre le entusiasmó la literatura. Leía incansablemente literatura de aventuras. Eso es parte influyente en su vida, puesto que su vida es una aventura. Va errante de aquí para allá, cazando nuevas historias. A los 23 años comienza su etapa como pintor. Regresa a su ciudad natal donde conoce al pintor Juan Cantabrana, aprende con él la técnica de la pintura al natural y realiza innumerables exposiciones y presentaciones de obras al óleo. Hoy por hoy, vive en hostales, alquilando habitaciones y cuando no tiene dinero termina viviendo en la calle. Escribe poesía, relatos cortos y novelas.

 

29 de mayo de 2014
1960, autor invitado, Córdoba, España, poesía

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