revivimos con la sangre más caliente y los ojos puestos en la vulva del tornado que agita realidades: el fiasco se lo lleva el viento como a la piel muerta
[MÁNCEL MARTÍNEZ]
EN LA NIEBLA
Cada noche que pasa, de mí se te borra un recuerdo.
A este paso muy pronto, para ti, no seré nada.
Me han obligado a llorar por los dos, mis sueños más negros
en la tirana soledad de esta madrugada.
Cada uno agarró por su cuenta el mundo de parranda,
no sé si reírme, maldecirnos o quedarme en silencio.
Ahora, que me eliminaste de tus ojos
y de tus pantallas
y soy una imagen borrosa, date cuenta
de que cuando un viento frío te sube por las vértebras,
desde el culo hasta la lengua
ese soy yo caminándote adentro.
Un viejo fantasma.
MILAGRO
Jesús anda borracho, dando tumbos por Samaria
Orina generosamente sobre unos cogollos de enea
Y se moja las sandalias
Las flores de la palma se transforman en querubines de oro
Jesús los espanta con su calzado y exclama:
¡Carajo! ¿Qué habré hecho con Magdalena?
La santa descansa en su cama
Cubierta por un polvo dorado y
Transformada en oveja
ALICIA
Mi perro flota en la alberca
hinchado como un sapo.
Mi abuela agoniza en el hospital
broncoaspirando su vómito.
Mi linda mujer elefante me grita ebria
mientras señala la puerta de la casa
blandiendo su trompa como si fuera un mazo.
Mi oreja detrás de la puerta
escucha la aspiradora que un médico clava
entre las piernas de mi protegida.
Y yo aquí, tomando aguardiente con la muerte
que no para de lloriquear por el lindo crimen
que dejó a una niña y a un conejo desnucados
y a medio enterrar
en el hueco de un árbol
BOGOTÁ
Bogotá no es, por cierto, una fiesta; las pestes están pudriendo a la gente. Las bestias hambrientas han dejado campos estériles y merodean por las afueras de las urbanizaciones. Los campesinos, los indios, los negros, llegan a la ciudad y deambulan por calles atestadas de perros y ratas que se multiplican como moscas, al igual que nosotros. Cuando hace frío, incendiamos un auto para calentarnos. En nuestras cabezas hacen nidos los piojos y los demonios. En este caldo hediondo y sin normas, todos queremos ser músicos famosos. Detrás de las ventanas rotas estallan ojos iluminados y carcajadas amargas y contagiosas. En la taberna una anoréxica desnuda, pecosa y dientona, baila sobre la mesa y mientras le lanzamos monedas como pedradas, recita su propio poema con vos de soprano. Dios la bendiga, monita.
EN LA RUTA
Después de un sorbo de Jack Daniels le dije:
“No tengo canciones para vos
ni puedo parar cada Km para que orines
No tengo poemas que hagan juego con tu ropa
ni cubiertos, ni otra bolsa de dormir”
Ella subió a la moto y mientras se pintaba la boca
y se acomodaba las gafas oscuras dijo:
“Compremos condones y un mp4”
Y una nube de polvo y arañazos nos persiguió
desde Bariloche hasta Santa Marta
YO ERA HAMLET
Un día tu voz cambió
y se lanzó furiosa en contra mía
Que si yo era Hamlet tú no serías Ofelia
Que conmigo tenías al tiempo, las desventajas
de vivir con un desempleado y un adicto al trabajo
Te quejabas de las “pobres” mujeres de mi familia Caribe
les tenías lástima
y a mi madre y a mis tías andinas tampoco las querías
por mis dos herencias me reclamabas y hasta por lo que yo no era
Me culpabas por las acciones de los patriarcas blancos de Europa
¡A mí, que soy mestizo orgulloso y gringo que veo me lo desayuno!
No diste tregua ni descanso hasta que me envenenaste con tu tufo alcohólico de
guerra
Atravesaste la alcoba empuñando un cuchillo
¿Era eso lo que querían Virginie Despentes y Mary Shelley?
¿Era eso lo que tú querías?
¿Y ahora qué?
¿Volverán nuestras voces a respirar juntas?
¿A elevarse como hilos de humo del mismo cigarrillo?
Arrúnchate con tus libros y tus nuevos galanes
Por quienes tienes unas ganas que te suenan campanas
Mi asco es un privilegio
Aquí sigo yo, de pie contra la costa
Hablando con el oleaje
MÁNCEL MARTÍNEZ. (Bogotá, Colombia, 1976). Escritor, guionista y realizador audiovisual, dedicado también a la difusión científica y cultural. En 2012 se estrenó Apatía: una película de carretera, largometraje del que fue guionista y productor. Ha publicado textos en Brasil, Venezuela, Guatemala y Colombia. Se ha perdido dos veces en la Amazonía y otra en el desierto de Almería en España, pero regresó con historias para contar. Ha sido docente y asesor de proyectos de tesis de guión y narrativa, últimamente está obsesionado con las comunidades indígenas amazónicas, la teoría del caos y las estructuras narrativas no lineales.
20 de enero de 20141976, autor invitado, Bogotá, Colombia, poesía, prosa poética