mira cómo se va incrustando la nota prohibida, el riff secreto en la mollera de los elegidos para sazonar el mundo con quimeras artísticas, con meras ilusiones, con imposibles
—Espero no le moleste que encienda un cigarro, Arturo —dijo mientras estrujaba los bolsillos de su saco—. ¿Le puedo decir Arturo, verdad señor Ochoa?
1989, Guatemala Ciudad, narrativa