luego de la alborada y del hartazgo del día, irrumpe el hermoso y atroz festival de destellos desde la mismísima sucursal del infierno
ESPEJO
Siento frío
Del tejido para dentro
Un poco más adentro
Sí, en la penumbra
En la carne con sangre
La noche sin estrellas
Se sabe pero se calla
Los órganos inverosímilmente simétricos
Lo infinito puesto en la balanza
La muerte, contrapunto de la vida
Las gotas de un amor cansado
Que corrieron desde tus párpados
Ahora chorrean con desprecio
Por el piso de mi cuarto
CARA A CARA
Siempre le temí a este día
Cuando se transparentara todo
No puedo más que anhelar un pasado
Que nunca emergió de la áspera soledad
Te vi sobijando cariñosamente una mano
Que no era la mía
Y saboreé el ardor de la desdicha
Como los pobres contemplan
El efímero gusto por un platillo sofisticado
Muerto en una vitrina
LOS DESAPARECIDOS (PUNTOS SUSPENSIVOS)
La historia gotea amargamente
En las conversaciones de sobremesa
De repente quema
Y una lágrima se encarama
Al volcán de llanto que ya no cuenta
Ni las leyendas
Se degradaron hasta marchitarse
En los ojos y en las lágrimas
Las sombras pasan desprevenidamente
Se llevan las palabras que no se dicen
Jalan la sabanita
Se tapan, cierran los ojos
Y duermen reservadamente
En el habitual insomnio
De su madre y sus parientes
DUCHAMP ME DECEPCIONÓ UN POCO
A Alejandro,
Quizá seamos demasiado burgueses
En eso de vivir volando sin alas
En mundos tibios con olores amargos
Los planetas suspendidos en el sabor de un milcolores
Y entre las atarantadas madrugadas
Recuerdos lejanos
Una sombra muerta transitando
Una mordida, el miedo al maldito pasado.
Extraño, mi hermano
Esa sonrisa siempre honesta
Aunque le siguieran las sacadas de madre
Muchos gritos y después
Un final abrumador que nunca nos empalagaba
Charlas, lágrimas y una unión más que eterna
Con la gorrita de lado
El tablero de ajedrez
Donde meneamos las damas españolas
Y holandesas y africanas
Nos íbamos hasta la luna
Gritándole en las gradas
Al tetracampeón centroamericano
Y luego, en alguna calle perdida y desalmada
Deseando no haber nacido
O quedarnos a vivir por siempre
COMO UN DIOS
Quiero que me quieran como un dios
Para que me alaben concretamente
Y escondan debajo de lo que sea
Sotana, capirucho, toga o corbata
Lo contagioso de mis defectos
Quiero que griten mi nombre al cielo
Como el salvador de los murciélagos
Porque le caben todas las vocales
Y las cuevas vernáculas de mi alma
Deberán permanecer escrupulosamente ocultas
Como una cantina a las tres de la mañana
Abierta solo para aquellos bebedores malditos
Que nunca abandonan las madrugadas
Será hoy, quizá mañana
Que perezca y me carguen en andas
Durmiendo en los cuellos de los recuerdos
Un bastón yacerá a mi lado
Por los siglos y los siglos
Amén
AL CALABOZO
Melancólicamente acepto
Las infaltables guerras
El niño que hoy desfalleció
Con una mueca vaga
Las costillas glorificándose en su vientre
Pálido como la cornisa de una catedral recién limpiada
Y pereció gracias al hambre
Y al hombre
Como acepto las incongruencias
Los extremos que se besan
Que toda sombra anda y palpita
Pisando las huellas de la virtud
Te extiendo mi brazo desde lo lejos
No para acariciarte, querida
Sino agitándolo como un pañuelo blanco
En señal de despedida
EPIFANÍA
Me hacés gritar en el silencio
Para eso existe la literatura
Podrás decirme
Cuando noto esa mueca frágil
Que te nace cuando sonreís de lado
Aunque pase años sin notarte
Años sin añorar
Tu aura permanece
Más débil y golpeada, claro
Después de tantas tachas y rock n’ roll
Pero continuás brillando como el mar
Reflejando el atardecer
Un horizonte acuoso, doloroso
El abatido ronquido de la mar
Moribunda poesía inmortal
ALICIA
Tus labios sonrosados
Pétalos fugaces, místicos
Con sabor a vidrio tibio
Tu lengua detrás
Revoloteando mis entrañas
Que sudan como lluvia de septiembre
Frente al veneno fértil que brotas en mí
Esa tormentosa cualidad de sonreír
La vida es tan rara
Que hasta se puede ser feliz
CASAMIENTO
A Javier,
La vida seguirá siendo la misma
Con dos o tres charlas menos
En el helado calor de la madrugada
De música unos grillos chillones
Y el telón negro explotado de estrellas
Degradándose en las historias compartidas
El conocimiento humano
Sobretodo filosofía y política
Y los libros de siempre
Nuestra biblioteca compartida
Más que física es espiritual
La que anhelábamos de niños
La tenemos compadre, por fin
Te marchás del capullo
El infinito se detiene para esperarte
Como la trenza que hemos construido
Que nos llevará, sin dudarlo
A limpiar por completo este olor a mierda
Vos y yo sumamente duales
Por eso quizá, nunca chocamos
Un hermano, más que hermano
Una especie de museo
Donde te tomás el tiempo para apreciar las verdades
Algún día iremos a París, Shangai y Buenos Aires
Aunque hayamos viajado más lejos
En el mundo ficcionado que siempre es parte
Tan parte que hasta en la entrada de tu boda
Tan real como las manos apretándose
La Maga, Horacio y un sincero río
Un frío, un olor a piedra verde
Y vos allá. Yo acá y viceversa
Horacio en nosotros
Tanto que te escribo mi hermano
Espero no aburrirte nunca
Compañero de verdades
De ficciones más amables
Te deseo lo mejor de lo mejor de lo mejor
Porque sé que así será
Que llegue pues la senda
Sin tantas alucinaciones incitadas
Sin tanta turbulencia
A exprimir, pues, el presente
Con este amor que no te miente
***Textos extraídos de “Los 4×4”, Vueltegato Editores, 2012
09 de octubre de 2012
1988, Guatemala Ciudad, poesía