como un niño que empuja el esqueleto de una rueda en una calle vacía, así va pasando el hechizo lunar sobre los versos que lamen la calma
LITERATIVAS
Emergen las turbaciones como por costumbre.
Y en mi humanidad, aún latente,
se estremece el pulso magnético de todas las
noches desnudas en la madrugada,
resonando en los sentidos el llanto sin lágrimas
de quien odia indefinidamente
las tentativas del cosmos y la vida.
Cápsulas insulsas me tragan para calmar
el dolor innato de lo ajeno,
para escribir la breve carta del suicida…
para delinear el rastro de pólvora en las balas
que he de albergar un dia, en lúcida calma.
CRECER EN LA HERIDA
Mis males crecen como frutos
heridos sobre la tierra,
y los dolores necios que no preceden
al olvido, aún te acompañan.
Cierro tus puños, como si fueran los míos,
y como si fueran ojos,
trato de golpear esas tinieblas que nos cobijan
entre un susurro de malos sueños,
sin saber si despertar o dejarnos caer.
Somos sólo esa consecuencia,
la ecuación animal mal lograda,
la presencia en las cosas que hacen daño,
el tormentoso eco de palabras nunca relegadas.
RASTRO DE AGUJAS
Con la misma precisión con la que el tiempo
clava sus aguijones en mi boca,
un enjambre de rosas rojas
me sangra desde el vientre.
Doy a luz
a la miseria
que me llama,
desde su infancia perdida.
Y busco entonces, sin saberlo,
mi purificación en la hoguera.
MEMORÁNDUM
La niñez se me ha fragmentado
en mil suspiros,
aún puedo escucharla.
Encerrada en cuerpos obscuros,
en rostros que rompen
en agua la medianoche,
que mojan la cama
para no estar solos.
ADENTRO
En las calles que olvida la memoria
se agita un estridente susurro,
que calla de repente
y vuelve a empezar.
Se repite en lo profundo de los sueños
una noción sin tiempo,
un quejido constante,
un eco sideral.
Los espectros de una
psicógena amnesia,
el principio de incertidumbre.
la lógica demencial.
El grito en los recuerdos es un
eterno insomnio sin párpados,
el sentir de la guerra que no ha terminado,
ni ha de acabar.
ESTEPARIA ARBITRARIEDAD
Ebria entre despojos,
la maternidad bastarda
escupe caridades humanas
con la quijada rota.
Y el huérfano,
es sólo un río que canta
en tu amargura suntuosa.
Madrastra de las intenciones,
el recuerdo muere inocente en el gesto
descalzo de tus uñas,
para dibujarle al desgarro,
una sonrisa en el rostro.
REDESCUBRIR
Te redescubro en el paso muerto de las aves,
cuando sienten el olor de la carroña.
Precipitadamente me dejas caer
en ese abismo de dolor inmaculado.
En la mañana crepuscular
en donde terminas y acaba.
Sin suspiros, sin finales alternos,
sin palabras entre líneas,
sin besos clandestinos,
sin miradas bajo la cama.
05 de junio de 20121989, Guatemala Ciudad, poesía
06 de junio de 2012
La habilidad de trasmitir con sensibilidad y estilo es un don que pocos poseen, exclente trabajo te felicito por tu destreza.
07 de junio de 2012
Amiga eres única , que orgullo eres para Guatemala, tanto talento , tanto conocimiento plasmado ,erudita de la poesía ,sabes que podes lograr tanto , sos grande , estoy orgullosa de vos ,gracias por tú amistad.