un asomo: por mi parte sigo esperando en la penumbra bajo el techo inclinado de la casa contigua a la soledad
No escribo canciones
Escribo poesía, la escribiría
Escribo lo que escribo sin pensarlo
Sin meditarlo, con esmero
Cada palabra
Dibujada entre cada palpitar
Suena al cosmos
Se siente el calor
Huele a pudor
Mi ciudad
Llena de sangre que se cuece
Que se mece
Espíritu vuelas,
Razonas, te inspiras
Mis pies descubiertos y sucios
Sobre el asfalto
Entre luces centellantes
Y lluvia
En una esquina, no,
En un rincón
Allí uno desmaya
Se cae, se ahoga
Sin saber siquiera si lo tiene merecido.
No ha cambiado nada
Y ha cambiado mucho
Aunque ahora se ve diferente
Las diferencias permanecen
No hay noticias
Ni semejanzas
Ni cambios aparentes o esenciales
Palabras, palabras
Palabras, frases y riñas
Soledad mía
Pienso en ti cada día, cada sol, cada luna
Pienso en todo lo que te di
Aquí estoy, a tu lado
Me duelen los brazos
Me calcina el corazón el calor
El estupor se vuelve vapor
Sobre la cama que no es mía
Semidesnudo, en ella me desvanezco
Queriendo sentir frío
Saltar de mi opresión
Saltar de la cama
Al auxilio, al exilio
¿Y a dónde vas?
Con esas alas
¿A dónde vas?
Se te ve tan inhumano
Y tan hambriento
Intenciones, árboles llenos
De flores que curan dolores
Y en los jardines parejas
Que se prometen amor
¡Vaya prisión!
Baila, baila
Sobre las hojas, en las estaciones
Sin importar que te observen las piedras
Y en la cesta de mis ideas
Allí nada pasa
Por eso no necesito escribir
Palabras que nos confundan
Que presuman
De tu regreso
De tu proceso
Al cuarto donde
Se besan las sombras
Y es que te siento tan lejos.
INDIGENCIA
Hasta hoy
Desde siempre
Desde no sé cuándo
Alguien perdió una sonrisa
Lo golpearon en el pecho surcado por el tiempo
Ahora se alimenta de llantos
Y de los trozos secos y duros
Que caen de las mesas inundadas de presunciones
Y las comparte con los perros sin amo
Hoy da un paso
Sube un escalón
Pero se tambalea.
SED
Tengo sed
Sed, sed, sed
Sed de escribir
Aunque no tenga sentido para ti ni para nadie
Para ellos, para sus ojos, sus oídos
Y sus generaciones sin favores
Sed de pertenencia
Independencia
Mes de diferencia e indiferencia
Aquí gritan los esclavos de su miseria
Allá los que festejan
Por allí en la penumbra
Los que añoran el suelo
Que vieron teñirse de escarnio
De donde fueron desterrados sin razón
No hay nombres
Ni noches de luna
No consiento las burlas ni los castigos, sólo las rimas
Infancias, distancias, carcajadas en el lodo
Los pantalones rotos
Juegos, apegos
Mimos, desprecios
Miradas, caricias tiernas
¡Ay, dulce infancia!
Sed amargada por las madrugadas de descontrol
Perdieron mis ojos su naturaleza
Y mis manos se pegaron a las caricias de una extraña
Sed de rendición
Y olvido
En un respiro frío
Un respiro de lamentos…
ESPERAR ENTRE LAS CENIZAS DE MIS AMBICIONES
Piezas rotas/perdidas/retorcidas
Cuerpos incompletos sin funciones
Días amargados
Esperanza noble
Destino censurado por la ineptitud
Calles grises solitarias
Amigos cuyos nombres olvidé
Sueños insoñables, insólitos
Anhelos ásperos
Realidad cruel, realidad fortuita
De rodillas con la frente extenuada al suelo
Y los dientes hundidos en él
Debo dejar a la luz respirar entre las penumbras de esta habitación
Riendo de la vida, riendo de lo perfecto
Mi andar es incierto, mis pasos son nubes
Mis palabras, poesía
Mis sueños, hojas blancas en un libro de ingratitud
No resta nada más que esperar
Esperar compasiones
Entre los días que caminan como muertos
Días pesados, días que son largos
Y que extienden sus delgadas ligaduras
Sin soltarte, te atan a ellos
Pero esperas
Que deliberadamente se rindan
Te limpias el cuello
Bañado de pobreza
Aprietas las manos en el vacío
Y sigues esperando
Espera tortuosa
No olvides las oraciones
No olvides las palabras
Quema esta espera
Inquieta dolorosamente
Aparece delante la puesta de un sol
Que se hace cada mes más viejo
BELLA CULPA
A alguien le robé sus palabras
Dijo:
Las mujeres no se disparan a la frente
Ellas se disparan al corazón
Dentro de cada una hay un extraño
Que posee sus piernas, sus brazos, su cuerpo
Come y sobrevive junto a ella
Las píldoras en el fondo del inodoro
Historias en las gavetas
Ella necesita seguir viviendo
No desea desaparecer
Pero vive en el silencio
Y habla de sombras en las esquinas
Y de personas con miedo a otras personas
Que no entienden de libertad
Recostada junto a un árbol en una noche azul
Contemplando al vacío
Luego, sentada en el tren dorado,
Sin ansiarlo, de nuevo siente deseos de transgredir
Ahora ya no le tiemblan las manos
También evita a quienes ignoran de sus actos
No todos pueden regresar
Y dicen que todos los muertos hablan
Y las mentiras dicen cosas
Como una insensible amalgama de formas
En la salida del oscuro túnel
Sin poder regresar a esa persona
A ese otro lugar
De esta cosa
De esta extraña cosa
Esto es todo lo que eres
18 de febrero de 2009
1983, poesía, San Marcos
21 de febrero de 2009
comprendo la pasión con la que escribes, y el que tus letras estén condenadas al anonimato, pero que maestro del desencanto que sos, que vision de la realidad de los vocablos, que cachetada a las palabras que dicen más de lo que significan.
01 de marzo de 2009
Execelente este material que tienes aquí! Me quedé enredad en estos versos.
Saludos.
02 de septiembre de 2009
gracias more he visto lo que escribes tambien, ¿donde? es de mis favoritos. saudos