Te Prometo Anarquía

en el legado del sentir que es comunión con el otro, se gestan bellas repulsiones y la voz tiene más eco

 

[REBECA VARGAS]

 

Tengo un país atravesado

justo allí donde me fluye la sangre.

Duele cuando respiro y cuando trago.

 

Y los ovarios, sobre todo ellos, duelen como nunca.

El país que tengo atravesado

me ha bloqueado la entrada a la vagina.

 

Duelen los dedos cuando los muevo.

El país que tengo atravesado me destrozó las manos.

En mil pedazos. Astillas de huesos quedan.

 

Me sabe a centavo la sangre en mi boca.

El país que tengo atravesado

me ha mordido los labios,

me ha arrancado los incisivos.

 

Lo peor de todo fue perder la voz.

El país que tengo atravesado

se traga mis gritos.  No los deja salir.

Me retumban en la garganta hasta que me raspan.

 

No hay cura.

Simplemente no hay cura.

El país que tengo atravesado se niega a irse,

y yo a dejarlo ir.

Sin el país que tengo atravesado

me disminuiría el pulso.

Tengo que aprender a vivir con él

como todas hemos aprendido.

A dejarme llevar bailando tango con él.

Cada paso duele hasta la médula de cada hueso,

pero hay que seguir bailando.

 

Estoy vestida para la ocasión.

 

 

* * * * *

 

 

A cualquier militar genocida en su lecho de muerte

 

 

(Los muertos, según una leyenda indígena, están enterrados con los ojos abiertos y los cerrarán el día de la justicia. De esta creencia popular toma Miguel Ángel Asturias el título de su obra, que cierra la trilogía iniciada con Viento fuerte seguida de El Papa verde)

 

Sentís en tu oído un aire caliente, una voz secreta y oculta, sin tiempo…

 

―Hablá. Tarde o temprano los van a encontrar y mientras, vos aquí desangrándote.

 

A tientas sentís en el suelo tu sangre, caliente todavía. Buscás en tu cabeza y te encontrás con una zanja que te parte la vida en dos.

 

―¡Hablá ya o mejor morite!

 

Escuchás las botas… ya vienen otra vez… no aguantás otra vez… ya no más…

 

Con las manos ―atadas― tratás de defenderte. Es en vano, lo sabés. ¿Para qué hablar si ya no podés? La boca ya no es boca, las palabras ya no son palabras.

 

Sangra tu costado, pero no es vino, es sangre. Tenés llagas en los pies y en las manos, pero no te atraviesan clavos.

 

―Ya te ganaste el Reino de los Cielos…

 

Ni sepelio católico, ni extrema unción. Tu carne se va a podrir sobre otra carne, tus huesos se van a fundir con la tierra.

 

―Abrí los ojos, mantené los ojos abiertos. Mirá alrededor tuyo: ni un sólo párpado caído.

 

 

* * * * *

 

CONSTRUIDA

 

En esta mujer está la madre tierra,

con tormentas tropicales

y con lagos calmados,

con vientre violento

pero con mucha vida.

 

En esta mujer hay muchas mujeres,

de sangre mestiza

y carne de maíz

de cuatro colores

y cuatro horizontes.

 

En esta mujer hay muchas mujeres,

hay desaparecidas

que son fotografías y recuerdos

que son historia viva

y a veces despiertan para luego dormir.

 

En esta mujer hay muchas mujeres,

obreras y campesinas

tejedoras de tiempo

que me han contado memorias al oído

y han tatuado en mi piel tantas pieles.

 

En esta mujer hay muchas mujeres,

desde la primera rebelde que comió del fruto prohibido

hasta esta que soy yo

dura y violenta

a veces tierna y triste

…y disfruta sin culpas…

 

 

* * * * *

 

 

(¿Quién coño me ha robado el mes de abril? J. Sabina)

 

Los burócratas con su papelería acumulada

el Cooperante Internacional con sus recomendaciones estériles

la necesidad de decir que creo en el estado

tener que maquillarme el desencanto para que se note menos

ponerme tacones para torturar el piso por el que camino

sentir el amor cerca y tenerlo lejos

bailar toda la noche pero bailar sola

mandar besos y abrazos por computadora

tener conversaciones por mensajitos de texto

asistir a separaciones y hacer fiestas de despedida

disimular el asco y la naúsea con perfume

tratar de aprender para ganar un cartón

comprar el café que no me tomo

rasurarme las piernas

decir que sí

callar

…creer que sólo va a ser por un tiempo.

 

 

 

 * * * * *

 

 

Con dedicación especial a los genocidas

 

 

Cualquier día de estos

te vas a comer un elote abonado con sangre,

y vas a ver al cielo

y entre las figuras que forman las nubes

te vas a encontrar con el grito de aquella niña que violaste.

 

Algún día en tu cocina

vas a reconocer el olor de la carne que quemaste

y más de alguna vez te va a traicionar la conciencia

―que nunca tuviste―

y te va a mostrar en sueños

la culpa que nunca has cargado.

 

Alguna noche vas a sufrir la angustia

y vas a correr a la cama de tus hijos

para asegurarte que todavía están vivos.

Cuando tu esposa grite en la cocina

vas a llegar con el arma desenfundada…

sólo fue un ratón…

pero llegaste desesperado. ¡Con miedo!

 

Vas a morir en cada sueño

ahorcado con tus manos

violado con tu sexo

machacado con tu culata

acribillado con tu machete

despedazado con tu bota…

 

Y de nada te van a servir las condecoraciones

cuando te griten ¡Asesino! ¡Genocida!

porque el valor se te va a ir a la mierda

porque esa noche seguro de despertás sobresaltado

corrés al cuarto de tu hijo

regresás a tomarle el puso a tu esposa

y ni siquiera vas a poder cagar tranquilo….

29 de diciembre de 2008
1984, Guatemala Ciudad, narrativa, poesía

4 intervenciones en “en el legado del sentir que es comunión con el otro, se gestan bellas repulsiones y la voz tiene más eco”

  1. el Kontra dice:

    mmmmm… estos los he leído ya porai. Salve MPL!!!

  2. MarianoCantoral dice:

    escalofrío y remembraza, algo que sentimos en la dermis, efecto de consumir poesía pesada sin cuartear ni dosificación, cargada de fémina ira humana que nos identifica o nos debería identificar:

    “Cualquier día de estos
    te vas a comer un elote abonado con sangre,
    y vas a ver al cielo
    y entre las figuras que forman las nubes
    te vas a encontrar con el grito de aquella niña que violaste”
    (REBECA VARGAS)

  3. PROSÓDICA dice:

    puchica hombre (perdón, se me olvida que hablo con vos: mujer)!!. Quién te leyera, no?. Muy buenos, muy buenos, lástimas que vienen tan espaciados vos rebek… adelante.

  4. Luis De León dice:

    Increible, el despecho descrito con la crudeza de una mujer, y el valor que explota despues de estar enjaulado, como gritar despues de estar amordazado.

¿algo qué decir?