escenas de un afable diario, de un amor entre la niebla, inquietando
Eva buscando Adán
Eva reflejada en el espejo es una serpiente en la cama
que en las tardes de Domingo sueña
con un Adán que calme su despedida.
—¿Qué va a ser de mí? —escribe Eva un verso
en un papel que mil veces ha borrado
y piensa en la intacta pureza que la señala.
Se encoleriza a veces, Eva, mientras sola
muerde una manzana y mira de lado al cielo
maldiciendo.
Eva se desespera,
quiere a un Adán que descubra que el paraíso
no es una manzana ni una serpiente,
que ella lo guarda en su vientre.
En la oscuridad
Antes que prendamos la guerra
déjame apagar la luz
para que podamos desnudarnos
sin riesgo a matarnos
del susto.
Ahora sí: dime que me amas
y que no me dejarás
(lo que se te ocurra).
Yo
te diré que te había soñado
y que te bajo una estrella,
o dos o mil mejor
(más vale que sobren y no que falten).
No me importa si en lugar de acariciarme
me quiebres un diente,
que quizás yo me confunda
y en vez de darte un beso
te muerda el ojo.
Amémonos así:
con la luz apagada,
ojo por ojo,
diente por diente
y dejemos la mentira aplazada
para cuando se desintegre
el sueño.
El hambre
Quiero el rastro quemante de tus labios
por mi pecho que
con los dedos te dibujaré corazones
en el vientre.
Quiero que me tatúes el abrazo de tus dientes
en el cuello y
te prometo robarte a lengüetazos
las palabras
quiero que seamos
el hambre de un día
y una noche
hasta tragarnos.
Beso
Conversamos.
Tu ríes a cada palabras
con dientes de oro,
tu mano gris,
como gris de ceniza,
haciendo gestos
y mi boca hinchada
que solo repite cada una
de tus palabras
(pero no digo nada).
Y entonces,
suspiras,
suspiras más fuerte,
te levantas de golpe
y te sientes a mi lado.
Te acercas,
me abrazas y pones
delicadamente
con tus manos
mi garganta junto a tu boca,
aprietas los dientes
y yo
me desangro.
Más allá
Más allá de ti
no estoy yo,
queda una ficción de persona
con mi nombre,
un intento fallido
de la propia versión
de mí.
Más allá de ti
hay un más acá anónimo,
inválido,
vacío,
como si la ausencia de ti
fuera la ausencia de todas las cosas
que me recuerdan,
y tu silencio
fuera el silencio del mundo.
Más allá de ti,
no estoy yo,
está mi sombra.
1977, Alta Verapaz, Cobán, poesía
26 de febrero de 2008
Hola, enhorabuena por tu nuevo proyecto. Vendré por aquí. Siempre me interesaron conocer otros autores y si además son guatemaltecos mejor.
De toda la poesías de arriba destacaría Beso y hambre.
Saludos.
26 de febrero de 2008
Un saludo para todos los poetas guatemaltecos
aiii me gustaria estar alli y escucharlos wrrr ya abra ociasion de ir para Guatemala
Saludos
Belen
08 de marzo de 2008
Me gustaron tus escritos, sobre todo el de “oscuridad”. Veras, yo creo que un buen poeta no necesariamente es aquel que escribe con palabras rebuscadas o vocabulario de la RAE, sino aquel que con ingenio logra conjugar palabras del dia a dia y con ellas dice mucho mas que con todas aquellas que rebusco.
Me gusta mucho la sensillez de tus poemas, la popularidad que les das (cualquiera los lee, los entiende y puede identificarse con ellos). Los dos comentarios anteriores, lo prueban.
Felicidades y abrazos