[NUMA DÁVILA ARRIAZA]

APESTA EL AMOR PODRIDO EN MI GARGANTA

salen gusanos de mi boca

mi aliento apesta al amor que defequé en el pasado

no intento más llenar tus oídos con palabras que se han podrido en mi garganta

esta vez dejaré que el silencio tome las riendas del futuro incierto entre nuestras almas desiertas

YO Y YO

llega el atardecer

mis hormonas son calcinadas por los rayos de sol que atraviesan mis poros

me sofoco en deseo

en deseo de mi misma

de mi propio olor

de mi sabor

de mi piel

yo y yo

viajamos juntas al infinito

volamos lejos

mientras los dedos de mis pies se tensan sobre la cama

mi vagina se humedece

al sentir a mi conciencia

ahogada en imágenes diversas

de situaciones

tiempos

futuros

pasados

yo y yo

amante eterna,

provenientes del mismo enjambre

de la misma miel

hoy te dejo acariciarme con tus letras

y hacerme el amor con poesía

POESÍA

me llené las bolsas de poesía

me atragantá de letras y tatué de versos mis manos

espero… secretamente endulzarte el oído

devorar cada una de tus partes hasta convertirte en cuaderno

destilar en fluido/ saliva el tintero y formar mas y mas letras sobre ti, mi lienzo de carne y hueso

∞

la soledad se acostó en lo profundo del catre antes que yo llegara

para abrazarme, abrazarme fuerte mientras viajo entre los sueños

en ese momento hay sólo carne y huesos, átomos, células, partículas de existencia acumuladas que descansan

mi verdadero yo se va muy lejos sin ninguna autorización, sin ninguna culpa, soy libre dentro de mi conciencia

con vos, soledad, se siente bonito amanecer en las madrugadas, aunque no seás cálida ni visible, aunque no podás acariciarme mientras duermo; sos mi compañera de vida y compartís conmigo esta línea evolutiva, en la cual yo cambio y vos cambias conmigo.

nos miro al espejo, ya no somos las mismas

y es que aunque no lo sepás, soledad,

desde siempre, yo puedo verte en todas partes

S

tengo la vida en blanco

escribo…

borro…

dibujo…

borro…

borro…

borro…

y entre lo invisible

se asoma el olvido

LLORA CARACOL DE MAR

caracol de mar

en el suena el eco de diversas oleadas

algunas lentas, relajadas

algunas fuertes y picadas

lo acerco a mi oído y escucho los murmullos detrás de cada ola

narrando diferente historia

llorando por los botes hundidos y soterrados en el pasado añejado

cerca del fondo del infinito

se derrama el llanto salado del mar en mi oído

sufre y sufre

yo

lo escucho

CRÍTICAS PERVERSAS

Los siento cerca. Sus cuerpos, mi amada y ese farsante.

De nuevo otra mañana de rutina, endulzo mi café con cianuro, me fumo la enfermedad que de a pocos se me sube a la cabeza. Intento ocupar mi mente, voy por una revista o algún periódico. Prefiero leer la catástrofe mundial, pues el mundo con hambre de paz y de verdad duele más que cualquier otra cosa. Así alivio el sufrimiento, evado el dolor de no tenerte a mi lado en este instante. Y pensar que seguramente estás con él, follando como monja en sacrilegio… Mejor continúo bebiendo mi café antes que se enfríe y sepa a mierda congelada.

Es impresionante la cantidad de mentiras que se publican en los diarios, lo que más impresiona es cómo la gente puede digerir tanta patraña sin siquiera defecar un “¿por qué?”… En fin, en estos días, ya la humanidad está automatizada. No hay control de calidad en la “información” que transita nuestro cerebro, está manipulada y es triste que no todos lo podamos ver.

Veo el reloj, ha pasado una hora. Volteo hacia la puerta y tu chaqueta aún no está en el perchero. Pensé que quizás en esta introspectiva que tuve con mi conciencia habías llegado a la casa, que con tu calor se transforma en hogar entero, pero de nuevo es otra ilusión maldita de algo que nunca pasará.

Te fuiste aquella mañana de verano y a la fuerza te lo llevaste contigo. Desde entonces he dejado de pintar, tu vacío frío me congeló los dedos. Encuentro calor en el humo que me calcina la garganta, fumo cien cigarros al día pues por ahí leí que la acción de fumar equivale al placer de la teta materna entre los labios, entonces yo fumo para no extrañarte tanto. Porque cada cigarro me recuerda a mis noches hambrientas y a vos entrando al rescate con tu carne para alimentar mis vacíos, mis grandes agujeros vacíos, viejas perforaciones letales al corazón.

Escribo esta misma carta para vos todos los días. Tengo sacos y sacos y más sacos llenos de cartas sin destinatario pues no sé a dónde enviártelas. No sé si seguís viva, si estás casada o si seguís con ese marica… pero yo te sigo esperando, sentado con el periódico en manos, formulando criticas “perversas” que a nadie le importan, pues yo ya no soy más que un viejo olvidado que intenta aliviar su corazón.  

DULCE DE MIEL

quiero demoler mis pechos entre los pasamanos de tus costillas

quiero tatuar corazones en tus pezones de azúcar

quiero pasar mi lengua por tu dulce paleta de colores y quiero sentir cómo enmielas mi boca con tu mágico sabor